7 de set. 2007

Multa de 4.350 euros para los responsables de las obras que causaron el derrumbe de la cúpula de Sant Pau

6/9/2007
EUROPA PRESS
BARCELONA

Una jueza de Barcelona ha condenado a pagar un total de 4.350 euros de multa a los tres responsables de las obras de restauración que causaron el derrumbe de la cúpula del área de Ginecología del Hospital de Sant Pau en abril del 2004 y que se saldó con 19 heridos, al entender que deberían haber advertido a la dirección del centro de la necesidad de cerrar temporalmente el pabellón para "salvaguardar la integridad de las personas que accedían a la zona".

La sentencia del Juzgado Penal número 3 de la capital catalana condena a los dos arquitectos encargados de la dirección de obras, Santiago P.R. y Beatriu V.P., a pagar una multa de 1.800 euros por 19 faltas de lesiones por imprudencia leve; una sanción que rebaja a 750 euros en el caso del aparejador que dirigió la ejecución de las obras, Giancarlo M.R.

Los condenados, además, deben indemnizar con un total de 39.874,87 euros por las lesiones y secuelas padecidas a las dos únicas afectadas que ejercieron la acusación particular, una cantidad de la que responderán como responsables civiles directas las compañías aseguradoras y, como responsable civil subsidiaria, la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. El resto de perjudicados no llegaron a juicio porque alcanzaron un acuerdo con las aseguradoras.

Absueltos el director, gerente y encargado

La sentencia, por otra parte, absuelve al director y al encargado de obra de la empresa que ejecutó las obras, Ignasi V.A. y Pedro G.P., y al gerente de la división patrimonial de la Fundació Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau --que en el momento del accidente actuaba en funciones director general del centro--, Miguel M.F., para quien la fiscalía retiró la acusación durante el juicio, celebrado el pasado mes de abril.

En lo que respecta a la empresa que ejecutó las obras de restauración, SAPIC, la sentencia señala que "actuó en cumplimiento estricto de las solicitudes e instrucciones de los técnicos competentes" y se limitó a realizar los trabajos proyectados y ordenados por los arquitectos, "sin que se refleje en su ejecución imprudencia alguna determinante en el colapso".

Por su parte, el gerente del Hospital Sant Pau "carecía de cualificación para prever el hundimiento de la cúpula y de la adecuada formación técnica para apreciar la necesidad o conveniencia de adoptar más medidas de seguridad que las propuestas por la dirección técnica y facultativa de la obra", que "en ningún momento" le comunicó la necesidad de desalojar y cerrar el pabellón.

19 heridos

El accidente ocurrió sobre las 10.30 horas del 19 de abril de 2004, cuando todo el material original con que se había construido la cúpula del Hospital de Sant Pau, de 70 años de antigüedad, cayó sobre las personas que estaban en la sala de espera situada debajo para ser visitadas o como acompañantes. En su caída, el material rompió el primer piso, lo atravesó y fue a depositarse en el sótano, provocando un gran agujero en la sala.

Según declara probado la sentencia, algunas personas cayeron por el agujero, por lo que sobre ellas y sobre las personas que estaban en la planta baja del pabellón cayeron cascotes y material procedente de la cúpula. El accidente causó heridas de diversa consideración a 19 personas, y no motivó una tragedia mayor porque las sillas de la sala de espera estaban colocadas en círculo y no en el centro.

Entre los afectados estaban María Angeles C.R., de 44 años, y su madre, Angela R.T. --fallecida en 2005 por causas ajenas al suceso--, a quienes los tres condenados deben indemnizar con 14.668,39 y 25.206,48 euros, respectivamente. María Angeles C.R. sufrió un politraumatismo y varias fracturas y contusiones, de los que tardó casi cinco meses en recuperarse. Su madre, que tenía 60 años en el momento del accidente y cuya indemnización irá a parar a sus herederos, sufrió un politraumatismo y tuvo que ser operada, y necesitó también cinco meses para recuperarse.

La jueza, en base a la prueba pericial, explica que el colapso de la cúpula se debió a una concurrencia de causas; entre ellas, la propia antigüedad del elemento y el proceso de manipulación que sufrió al ser rehabilitado, que produjo pequeñas alteraciones en su geometría. Además, la eliminación de las escamas cerámicas que la recubrían pudo desprotegerla frente a agentes externos.